Suicidios en la NFL: El precio a pagar

Recientemente gracias a la serie de Netflix se puso de moda la historia de vida y el suicidio del jugador de Futbol Americano Aarón Hernández, quien después de ser condenado a cadena perpetua por el delito de asesinato se quitó la vida en abril del año 2017 ahorcándose en su celda; pero ¿sabías que su cerebro fue donado para investigación y que Aarón Hernández no ha sido el único jugador de Americano que se ha quitado la vida?. Junior Seau, de 43 años, una de las estrellas de la NFL en la década de los 90 fue encontrado muerto con una herida de bala en el pecho  y la autopsia concluyó que se trató de un suicidio, y a la lista se agregan los nombres de los ex jugadores de Futbol Americano Ray Easterling y Dave Duerson, pero ¿qué tienen en común estos suicidios?. Estas muertes han sido vinculadas a la larga polémica que rodea a este deporte por los traumas de cráneo; la conmoción cerebral -la lesión más común en estos jugadores- por lo general ocurre cuando la cabeza se acelera rápidamente y se detiene de súbito. Este violento sacudimiento del cerebro puede provocar que las neuronas sufran una “despolarización”, un cambio en su potencial eléctrico que provoca que sus neurotransmisores se disparen todos al mismo tiempo, también existen coincidencias respecto a que sus cerebros fueron donados para investigación y que en ninguno de los suicidios citados se lesionó la cabeza para que se pudiera realizar la donación, de hecho trascendió que Aarón Hernández padecía encefalopatía traumática crónica (CTE por sus siglas en inglés), que es un daño en el cerebro que afecta el comportamiento de una persona y que es provocado por los múltiples golpes en la cabeza que suelen recibir los jugadores que practican Futbol Americano, pero ¿tú crees que será el suicidio el precio que tienen que pagar los jugadores de este deporte?.

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