Madrugadas de miedo en Tlatelolco

En Tlatelolco han sucedido grandes tragedias, desde los tiempos antiguos cuando en ese lugar se hacían sacrificios; hasta la matanza del movimiento estudiantil de 1968, y años más tarde las pérdidas humanas por el terremoto de 1985 y la caída del edificio Nuevo León del mismo conjunto habitacional, es por ésta razón que se cuenta que en el lugar suceden extraños fenómenos paranormales y misteriosos.  La leyenda popular asegura que durante las madrugadas, una vez que la Plaza de las Tres Culturas queda en total calma, es posible escuchar los pasos rítmicos de alguien que parece estar bailando, cuyo eco resuena en el edificio Chihuahua. Algunos vecinos le llaman “el bailarín”, pues afirman, se trata del fantasma de un joven vestido de blanco que danza enérgicamente por las noches, para muchos vecinos, no es ninguna sorpresa que el edificio Chihuahua, uno de los más icónicos de la unidad habitacional, sea el marco de distintas historias urbanas relacionadas con sucesos paranormales, por lo que existe otra leyenda que dice que un niño ríe y se divierte en la explanada, mientras camina de un lado a otro y finalmente desaparece conforme se acerca a las jardineras que rodean el Templo de Santiago. En los caminos oscuros, algunos vecinos caminan rápidamente, con el mismo temor a los vivos que a los muertos pero lejos de mostrarse sorprendidos, los residentes más longevos de la unidad habitacional cuentan las historias de fantasmas y apariciones cotidianas, mientras que los inquilinos más jóvenes se toman con escepticismo estas versiones. Incluso algunas ofrendas de Día de Muertos incluyen a estos personajes como una forma de honrar su memoria y al mismo tiempo, reconocerlos parte del legado cultural de Tlatelolco. Los fantasmas de Tlatelolco, se dice, aparecen y se confunden entre los vivos, no sólo en las noches sino también durante el día, y se cuenta entre los vecinos del edificio Chihuahua, que en las tardes lluviosas es posible ver agua de color rojo resbalando por las escaleras de la Plaza de Las Tres Culturas, como recuerdo de la matanza ocurrida en aquel sitio el 2 de octubre del año 1968. ¿Verdad o leyenda?

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